lunes, 8 de diciembre de 2014

Del Muralismo a la Ruptura_ARTE Y PODER.

ARTE Y PODER



DEL MURALISMO A LA RUPTURA


Desde mi punto de vista, el muralismo mexicano ha sido el movimiento artístico más importante que ha tenido México en toda su historia, aún no ha habido algo que se le  asemeje en alcances artísticos, técnicos, políticos y sociales.

El muralismo fue el fruto de un tiempo muy especial en México, el hecho de que se reunieran los tres personajes principales (Rivera, Orozco y Siqueiros)  en un mismo contexto y tuviera cada uno una personalidad y un estilo tan único   fue algo fuera de serie, una mezcla de casualidades muy fortuitas.



Siqueiros preso

Las temáticas de los muralistas tuvieron mucho compromiso social, en sus obras  se arriesgaron a defender y exponer sus ideas de lo que sucedía en México y el Mundo. Muchas veces esas ideas eran tan marcadas que solo había dos opciones: se aceptaban por completo o se rechazaban.


Continuamente me había preguntado ¿Por qué se detuvo el muralismo? , es decir, porque  los descubrimientos artísticos de los muralistas no  fueron continuados generación tras generación de artistas Mexicanos.  Hasta hace poco no había tenido una respuesta con los suficientes argumentos para poder satisfacerme, sin embargo,  después de haber tomado clases con Daniel Garza y Jorge Morales   fue que encontré la respuesta: debido a la relación tan fuerte que existe entre el Arte y el Poder, y como el poder influye en el arte.

Los primeros murales se realizaron cuando Álvaro Obregón era el presidente de México y Vasconcelos su secretario de educación. Vasconcelos visualizó un movimiento artístico que podrá darle identidad y unión al fragmentado pueblo mexicano después de la revolución Mexicana.         De esta manera Vasconcelos convocó a los artistas Fernando Leal, Jean Charlot, Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros entre otros.



Los murales desde un principio tuvieron una función social de “Arte público”, un arte abierto a cualquiera que lo deseara ver,  que no se limitará a un museo  o que  fuera de acceso restringido.
En varios textos se destaca que, durante el tiempo que Vasconcelos fue ministro de educación, hubo una total libertad sobre lo que se pintaba en los murales. No hubo, como se piensa, una influencia directa de Vasconcelos sobre los artistas, no les proponía tema ni censuraba lo que en ellos se plasmaban.
La influencia del muralismo (como vanguardia artística e ideológica) influyeron a toda américa latina,  y también los artistas estadounidenses voltearon a ver a México para saber qué es lo que estaba sucediendo que estaba causando tanto revuelo.



  Presencia en América Latina, Mural de Jorge Gonzales Camarena en Chile.






Para 1940 el muralismo mexicano estaba completamente consolidado, tan es así que en la exposición  "Veinte Siglos de Arte Mexicano", celebrada en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de Nueva York en 1940  el arte Mexicano se terminaba con las obras de Siqueiros , Orozco y Rivera.

Esa exposición es particularmente muy interesante, porque sucedió en un ambiente político internacional muy especial, los albores de la segunda Guerra mundial. En ese tiempo Alemania buscaba tener tratos comerciales con México, a Estados  Unidos obviamente no le agradaba en absoluto una relación de este tipo, y utiliza la cultura y el arte como un poder político para atraer a sus propios intereses a su pequeño vecino. Además, recordemos que en 1933 a Diego Rivera se le fue censurado y después destruido del Mural del Centro Rockefeller por las ideas que se expresaban en él.  Una exposición similar volvería a suceder hasta 50 años después, en un ambiente político muy  especial “El tratado de libre comercio”, con esta exposición también se buscaba mostrar la imagen de un  México progresista, con valores artísticos y culturales muy importantes tanto en el pasado como en el presente.



La situación política internacional ha jugado un papel muy importante en el desarrollo de los movimientos artísticos ocurridos después de la segunda guerra mundial.  En Estados Unidos el gobierno apoyo a ciertos artistas de manera premeditada, en México la influencia se dio de una manera casi invisible  pero muy tangible. Con la guerra fría los gobiernos occidentales lo que menos querían para América es que existieran reminiscencias o tendencias a formas de pensar relacionadas con el comunismo, o inclinaciones antiimperialistas. Cuando uno observa los murales de cualquiera de los tres grandes muralistas nos damos cuenta antes que nada de su gran compromiso con el ser humano, con la justicia,  la paz, y su desprecio a la violencia y opresión. Y también nos damos cuenta de lo relacionado que estaban sus  ideologías con pensamientos anticapitalistas. Si el gobierno seguía apoyando al muralismo como lo hizo en los primeros años se corría el grandísimo riesgo de que se despertaran nuevas generaciones de Muralistas mexicanos, política y socialmente activos, que causarían descontento y malestar en el reacomodo económico y de poder que sucedió en el mundo tras la posguerra.



Siqueiros y José Luis Cuevas
Como es natural en la historia del Arte  tras un movimiento siguen otros que a veces apoyan y otras niegan por completo a sus precedentes.  En México sucedió que se negó por completo a los precedentes, el grupo de la “Ruptura” rechazaba la solemnidad y temáticas “nacionalistas” de los muralistas, para ellos el arte tenía otra ruta. Fue un grupo numeroso y activo, con artistas como  Roger von Gunten, Manuel Felguérez, Vlady, Vicente Rojo, Pedro Coronel, Lilia Carrillo, Fernando García Ponce, Enrique Echeverría y Alberto Gironella, entre otros.  Todos estos artistas crearon obras muy importantes, y le dieron un giro por completo a la creación artística en México, lo cual en su momento fue algo muy importante.

Este cambio de forma de pensar le cayó como anillo al dedo a quienes se encargan de organizar  el poder internacionalmente, ya no habría artistas comprometidos políticamente, eso sería cosa del pasado. Con la Ruptura se generó un cierto rechazo hacia el arte mural que aun hoy permea en la enseñanza artística, y no un rechazo hacía los murales en si (pues es innegable y sería una muestra de ignorancia que alguien afirmara que el muralismo mexicano carece de trascendencia) sino a la idea de pintar murales actualmente.




Octavio Paz, Obra de Gironella.

A mediados de los años sesenta se inauguró en Mexico el museo de Antropología y el Museo de Arte Moderno. En el museo de Antropología todavía hubo algunas paredes destinadas a obra mural (aunque con temáticas relacionadas por completo a la historia de México y la humanidad), Rufino Tamayo y Gonzales Camarena están presentes en ese museo con sus lienzos. Sin embargo, en el museo de Arte Moderno ya no hubo espacio para los Murales, inclusive la misma arquitectura fue ideada para evitar el uso de las paredes como soporte para realizar murales.  Tamayo fue uno de los pocos pintores capaces de tener un pie en la historia del muralismo Mexicano y el otro en la historia de lo que en ese momento era el arte contemporáneo mexicano.

En 1969 fueron pintadas 11 obras de gran formato para representar a México en la Feria Mundial de Osaka, Japón, participando: Manuel Felguérez, Lilia Carrillo, Roger von Gunten, Fernando García Ponce, Arnaldo Coen, Vlady, Antonio Peyri, Brian Nissen, Francisco Corzas, Francisco Icaza y Gilberto Aceves Navarro. Obra de formato similar a los murales, con la cuales se cerró por completo la página de lo que en su momento fue el Muralismo Mexicano.



Obras murales en colección permanente del museo Felguerez en Zacatecas.

Los artistas pertenecientes al grupo de la ruptura  han sido muy importantes para el desarrollo artístico nacional, los temas y formas de pintar que defendieron le dieron un giro por completo a la manera de concebir el arte mexicano,  abrieron muchas nuevas puertas y rompieron paradigmas.

De manera personal puedo decir que admiro y aprecio la obra de varios de esos artistas,  no es mi intención con este ensayo poner en una balanza el muralismo con la ruptura, cada uno de ellos tiene valores distintos; la idea que persigo en este ensayo es  explicar cómo el  curso de la historia del arte contemporánea (al menos en México) está ligada a poderes gubernamentales y políticos.


Los muralistas mexicanos tenían una participación política muy visible, basta solamente recordar las acciones de Rivera o Siqueiros. Si los comparamos parecería que el grupo de la ruptura  no, sin embargo, en un contexto internacional como la guerra fría, realmente con sus ideas estaban  siendo actores políticos muy importantes, porque  como  unos artistas temáticamente despolitizados al final de cuentas eran  los artistas que las grandes esferas de poder necesitaban.




En otras palabras, se aprovechó la necesidad artística de México por encontrar una nueva identidad artística alejada de los nacionalismos y se apoyó desde el gobierno este tipo de artistas. Si los artistas peleaban entre ellos  no lucharían en contra de alguien más, en este caso de cualquier poder opresor.  En plena guerra fría era algo más que perfecto que no apareciera un Rivera, un nuevo Rivera, que no pintará como el pero que se arriesgará en sentido figurado,  a pintar un Lenin en Pleno Rockefeller. Además, las obras de Aceves Navarro, Corzas y Cuevas, por ejemplo,  poseen un gran atractivo visual.



Aceves Navarro en su estudio,

Considero que para un artista más que nunca es muy importante reconocer de donde es que viene la influencia para crear de tal o cual manera. Saber que  ciertos modos de creación funcionan como políticas culturales gubernamentales en distintos períodos de tiempo y que por esa razón se le dé mucha visualización y apoyo a cierto tipo de Arte.   Y saber que , tal como sucedió con el muralismo o la ruptura, harán falta varios años más para que nos demos cuenta todas las cosas que están siendo parte de lo que hoy es nuestro medio artístico en todos los niveles.



Y sobre todo, que en el arte , el conocimiento es libertad.


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