ARTE Y PODER
DEL MURALISMO A LA RUPTURA
Desde
mi punto de vista, el muralismo mexicano ha sido el movimiento artístico más
importante que ha tenido México en toda su historia, aún no ha habido algo que
se le asemeje en alcances artísticos,
técnicos, políticos y sociales.
El
muralismo fue el fruto de un tiempo muy especial en México, el hecho de que se
reunieran los tres personajes principales (Rivera, Orozco y Siqueiros) en un mismo contexto y tuviera cada uno una
personalidad y un estilo tan único fue
algo fuera de serie, una mezcla de casualidades muy fortuitas.
Siqueiros preso
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Las
temáticas de los muralistas tuvieron mucho compromiso social, en sus obras se arriesgaron a defender y exponer sus ideas
de lo que sucedía en México y el Mundo. Muchas veces esas ideas eran tan
marcadas que solo había dos opciones: se aceptaban por completo o se
rechazaban.
Continuamente
me había preguntado ¿Por qué se detuvo el muralismo? , es decir, porque los descubrimientos artísticos de los
muralistas no fueron continuados
generación tras generación de artistas Mexicanos. Hasta hace poco no había tenido una respuesta
con los suficientes argumentos para poder satisfacerme, sin embargo, después de haber tomado clases con Daniel
Garza y Jorge Morales fue que encontré
la respuesta: debido a la relación tan fuerte que existe entre el Arte y el Poder,
y como el poder influye en el arte.
Los
primeros murales se realizaron cuando Álvaro Obregón era el presidente de
México y Vasconcelos su secretario de educación. Vasconcelos visualizó un
movimiento artístico que podrá darle identidad y unión al fragmentado pueblo
mexicano después de la revolución Mexicana. De
esta manera Vasconcelos convocó a los artistas Fernando Leal, Jean Charlot,
Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros entre otros.
Los
murales desde un principio tuvieron una función social de “Arte público”, un
arte abierto a cualquiera que lo deseara ver,
que no se limitará a un museo o
que fuera de acceso restringido.
En
varios textos se destaca que, durante el tiempo que Vasconcelos fue ministro de
educación, hubo una total libertad sobre lo que se pintaba en los murales. No
hubo, como se piensa, una influencia directa de Vasconcelos sobre los artistas,
no les proponía tema ni censuraba lo que en ellos se plasmaban.
La
influencia del muralismo (como vanguardia artística e ideológica) influyeron a
toda américa latina, y también los artistas
estadounidenses voltearon a ver a México para saber qué es lo que estaba
sucediendo que estaba causando tanto revuelo.
Presencia en América
Latina, Mural de Jorge Gonzales Camarena en Chile.
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Para
1940 el muralismo mexicano estaba completamente consolidado, tan es así que en
la exposición "Veinte Siglos de Arte Mexicano", celebrada en el
Museo de Arte Moderno de la ciudad de Nueva York en 1940 el arte Mexicano se terminaba con las
obras de Siqueiros , Orozco y Rivera.
Esa
exposición es particularmente muy interesante, porque sucedió en un ambiente
político internacional muy especial, los albores de la segunda Guerra mundial.
En ese tiempo Alemania buscaba tener tratos comerciales con México, a Estados Unidos obviamente no le agradaba en absoluto
una relación de este tipo, y utiliza la cultura y el arte como un poder
político para atraer a sus propios intereses a su pequeño vecino. Además, recordemos
que en 1933 a Diego Rivera se le fue censurado y después destruido del Mural
del Centro Rockefeller por las ideas que se expresaban en él. Una exposición similar volvería a suceder
hasta 50 años después, en un ambiente político muy especial “El tratado de libre comercio”, con
esta exposición también se buscaba mostrar la imagen de un México progresista, con valores artísticos y
culturales muy importantes tanto en el pasado como en el presente.
La
situación política internacional ha jugado un papel muy importante en el
desarrollo de los movimientos artísticos ocurridos después de la segunda guerra
mundial. En Estados Unidos el gobierno
apoyo a ciertos artistas de manera premeditada, en México la influencia se dio de
una manera casi invisible pero muy
tangible. Con la guerra fría los gobiernos occidentales lo que menos querían
para América es que existieran reminiscencias o tendencias a formas de pensar
relacionadas con el comunismo, o inclinaciones antiimperialistas. Cuando uno
observa los murales de cualquiera de los tres grandes muralistas nos damos
cuenta antes que nada de su gran compromiso con el ser humano, con la justicia,
la paz, y su desprecio a la violencia y
opresión. Y también nos damos cuenta de lo relacionado que estaban sus ideologías con pensamientos anticapitalistas.
Si el gobierno seguía apoyando al muralismo como lo hizo en los primeros años
se corría el grandísimo riesgo de que se despertaran nuevas generaciones de
Muralistas mexicanos, política y socialmente activos, que causarían descontento
y malestar en el reacomodo económico y de poder que sucedió en el mundo tras la
posguerra.
Siqueiros y José Luis Cuevas
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Como
es natural en la historia del Arte tras
un movimiento siguen otros que a veces apoyan y otras niegan por completo a sus
precedentes. En México sucedió que se
negó por completo a los precedentes, el grupo de la “Ruptura” rechazaba la
solemnidad y temáticas “nacionalistas” de los muralistas, para ellos el arte
tenía otra ruta. Fue un grupo numeroso y activo, con artistas como Roger von Gunten, Manuel Felguérez, Vlady,
Vicente Rojo, Pedro Coronel, Lilia Carrillo, Fernando García Ponce, Enrique
Echeverría y Alberto Gironella, entre otros. Todos estos artistas crearon obras muy
importantes, y le dieron un giro por completo a la creación artística en México,
lo cual en su momento fue algo muy importante.
Este
cambio de forma de pensar le cayó como anillo al dedo a quienes se encargan de
organizar el poder internacionalmente, ya
no habría artistas comprometidos políticamente, eso sería cosa del pasado. Con
la Ruptura se generó un cierto rechazo hacia el arte mural que aun hoy permea
en la enseñanza artística, y no un rechazo hacía los murales en si (pues es
innegable y sería una muestra de ignorancia que alguien afirmara que el
muralismo mexicano carece de trascendencia) sino a la idea de pintar murales
actualmente.
Octavio Paz, Obra de Gironella.
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A
mediados de los años sesenta se inauguró en Mexico el museo de Antropología y
el Museo de Arte Moderno. En el museo de Antropología todavía hubo algunas
paredes destinadas a obra mural (aunque con temáticas relacionadas por completo
a la historia de México y la humanidad), Rufino Tamayo y Gonzales Camarena están
presentes en ese museo con sus lienzos. Sin embargo, en el museo de Arte
Moderno ya no hubo espacio para los Murales, inclusive la misma arquitectura fue
ideada para evitar el uso de las paredes como soporte para realizar murales. Tamayo fue uno de los pocos pintores capaces
de tener un pie en la historia del muralismo Mexicano y el otro en la historia
de lo que en ese momento era el arte contemporáneo mexicano.
En
1969 fueron pintadas 11 obras de gran formato para representar a México en la
Feria Mundial de Osaka, Japón, participando:
Manuel Felguérez, Lilia Carrillo, Roger von Gunten, Fernando García Ponce,
Arnaldo Coen, Vlady, Antonio Peyri, Brian Nissen, Francisco Corzas, Francisco
Icaza y Gilberto Aceves Navarro. Obra de formato similar a los murales,
con la cuales se cerró por completo la página de lo que en su momento fue el
Muralismo Mexicano.
Obras murales en colección permanente del museo Felguerez en
Zacatecas.
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Los
artistas pertenecientes al grupo de la ruptura
han sido muy importantes para el desarrollo artístico nacional, los
temas y formas de pintar que defendieron le dieron un giro por completo a la
manera de concebir el arte mexicano,
abrieron muchas nuevas puertas y rompieron paradigmas.
De
manera personal puedo decir que admiro y aprecio la obra de varios de esos artistas, no es mi intención con este ensayo poner en
una balanza el muralismo con la ruptura, cada uno de ellos tiene valores
distintos; la idea que persigo en este ensayo es explicar cómo el curso de la historia del arte contemporánea (al
menos en México) está ligada a poderes gubernamentales y políticos.
Los
muralistas mexicanos tenían una participación política muy visible, basta solamente
recordar las acciones de Rivera o Siqueiros. Si los comparamos parecería que el
grupo de la ruptura no, sin embargo, en
un contexto internacional como la guerra fría, realmente con sus ideas
estaban siendo actores políticos muy
importantes, porque como unos artistas temáticamente despolitizados al
final de cuentas eran los artistas
que las grandes esferas de poder necesitaban.
En
otras palabras, se aprovechó la necesidad artística de México por encontrar una
nueva identidad artística alejada de los nacionalismos y se apoyó desde el
gobierno este tipo de artistas. Si los artistas peleaban entre ellos no lucharían en contra de alguien más, en
este caso de cualquier poder opresor. En
plena guerra fría era algo más que perfecto que no apareciera un Rivera, un
nuevo Rivera, que no pintará como el pero que se arriesgará en sentido
figurado, a pintar un Lenin en Pleno
Rockefeller. Además, las obras de Aceves Navarro, Corzas y Cuevas, por ejemplo,
poseen un gran atractivo visual.
Aceves Navarro en su estudio, |
Considero
que para un artista más que nunca es muy importante reconocer de donde es que
viene la influencia para crear de tal o cual manera. Saber que ciertos modos de creación funcionan como políticas
culturales gubernamentales en distintos períodos de tiempo y que por esa razón se
le dé mucha visualización y apoyo a cierto tipo de Arte. Y saber
que , tal como sucedió con el muralismo o la ruptura, harán falta varios años más
para que nos demos cuenta todas las cosas que están siendo parte de lo que hoy
es nuestro medio artístico en todos los niveles.
Y sobre todo, que en el arte , el conocimiento es libertad.